¡Gracias, Diable, por contagiarme tu estado maníaco-depresivo! El día de hoy estuve tan triste y desganada que sólo un amoroso beso y este bolso de YSL lograron volverme a la vida.
Como el tierno ósculo es parte de mi vida privada y aún no me pagan por contarla, me remitiré únicamente al bello ejemplar elaborado en piel de cocodrilo: la Downtown Patent Tote. Recuerdan ese vestido de D&G del que les hablé anteriormente (si no tienen idea de lo que señalo, favor de hacer click en el link), pues este accesorio de Yves Saint Laurent es el complemento perfecto para el hechizo de los cuadros rojos. Ahora que pienso en los dos juntitos, me olvido de la melancolía y le doy paso a los deseos de continuar con el arduo trabajo diario para juntar unos cuantos pesitos y poder unir lo que la moda nunca debió separar.
*Ojo con los maxibolsos. Si todavía no tienen uno, no esperen a terminar de leer estas líneas para ir a comprarlo.
